Como sabéis, no somos creyentes, no tenemos religión más allá de creer en la Naturaleza y en el ser humano como quienes pueden propiciar cosas buenas o malas a nuestro alrededor. Así que, aprovechando esto, hemos decidido que estas fechas nos van a servir para cargar nuestra mochila de conocimientos y aprender otras tradiciones, otras historias y leyendas que se cuentan más allá de nuestras fronteras. Y hemos querido empezar por una mujer, un personaje femenino que no sea «la mujer de», como sucede con Mamá Noel (a quien por cierto le han escrito también mis hijos XD).
Así que este año conocemos la leyenda de la Befana, un personaje que aparece en la cultura de nuestro bonito país vecino: Italia, que aunque no en todos los lugares se celebre igual es, en general, una figura arraigada en su folclore. Tanto es así que su expresión equivalente a la nuestra de “nos van a dar las uvas”, es “va a llegar hasta la Befana”. ¿Ya conoces a esta brujita anciana que reparte regalos a los niños buenos, y carbón a los menos buenos, la noche del 5 al 6 de enero?
La Befana vien di notte con le scarpe tutte rotte (la Befana llega de noche con sus zapatos rotos).
Origen precristiano de la Befana
La Befana es un personaje muy querido en Italia y que nos ha gustado mucho descubrir, sobre todo a los peques. Su origen se remonta a muchísimos años atrás, algunos hablan incluso de la Prehistoria, pero lo cierto es que sus inicios parten de ritos paganos relacionados con la Naturaleza, la agricultura y el invierno. La Madre Naturaleza, tras haber pasado todo un año trabajando y ofreciendo lo mejor de sí misma, aparece representada como una anciana que reparte obsequios antes de «morir» y volver a renacer como una Naturaleza joven preparada para los retos del nuevo año.
También se asocia la leyenda de la Befana a una fiesta romana en honor a Strenia, diosa de la buena salud y la buena suerte, en la cual la gente intercambiaba regalos como augurio de buena suerte para el año a estrenar. Strenia estaba representada también como una anciana de aspecto bondadoso.
Con los años, el concepto de la Befana fue cambiando y su significado ya no es tanto ese ciclo que termina sino un personaje que premia a los niños que se lo han merecido con sus buenas acciones durante el año. Muy similar a los conocidos Reyes Magos o a Papá Noel. Y aunque, como ves, en sus orígenes estaba representada simplemente como una anciana, la Befana aparece desde hace ya mucho tiempo como una bruja (buena) que vuela en su escoba, seguramente por la influencia del cristianismo sobre esta tradición.
La leyenda de la Befana con el cristianismo
Como muchas de las tradiciones paganas el cristianismo adoptó y adaptó estas celebraciones de invierno convirtiendo a nuestra anciana (bruja buena) en un personaje vinculado, y que comparte cierto protagonismo, con los Reyes Magos de Oriente.
Según el cuento popular, los tres Reyes Magos perdieron de vista la estrella cuando iban de camino de Belén para obsequiar con incienso, mirra y oro al Niño Jesús. Al hallarse perdidos preguntaron a una ancianita del lugar por el camino correcto. La mujer, muy atenta, les ayudó y además les obsequió con algunos dulces. Como agradecimiento, los Reyes Magos la invitaron a acompañarles a Belén para conocer al pequeño recién nacido. Sin embargo, la anciana rechazo la invitación y no acompañó a los tres Reyes Magos.
Tiempo después, arrepentida por no haber aceptado el ofrecimiento, la mujer preparó un cesto con dulces y fue en su búsqueda. Nunca encontró a los Reyes Magos pero por si acaso se topaba con el niño Jesús fue ofreciéndoles dulces a todos los niños que se encontraba en su camino con la esperanza de que alguno de ellos fuese él.
Desde entonces vagaría por el mundo haciendo regalos a todos los niños para hacerse perdonar.
Sea como fuere, esta bruja buena de gesto amable, nos dejará algunos regalos en los calcetines que colguemos en la chimenea o en cualquier otro rincón de la casa. Como agradecimiento se le suele dejar algo de comida y alguna bebida. Dicen que la Befana barrerá tu salón antes de irse (ojalá sea verdad, querida brujita, ja, ja, ja, ja) con la intención de eliminar lo antiguo y dejar paso a las cosas nuevas que el año que ha entrado nos traerá. Así que este año -al conocer a esta simpática bruja buena que viaja en escoba y que puede colarse por la chimenea o por cualquier rendija para dejarnos presentes- hemos decidido que será la encargada de dejar los regalos de la familia. Y, oye, que sea un personaje femenino nos ha hecho a todos mucha ilusión.
Fuentes:
Befana, la bruja buena de los regalos
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Befana
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