Este verano, como sabes, pasamos cinco días por la zona de Gerona tras visitar la imponente Carcassonne. Como llegamos tan impresionados por esta ciudad medieval, buscamos pueblos bonitos para visitar por la zona catalana, que nos consta que hay muchos. Cinco días por aquellas tierras se quedaron cortos para poder hacer todas las excursiones que queríamos y disfrutar, a la vez, del relax de las vacaciones.
Finalmente organizamos dos salidas y hoy quiero hablarte de una de ellas. ¡Venga! Nos escapamos a la playa, recordamos el sol, el calor y el mar viajando (con peques) a Tossa de Mar.
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| Homenaje a Ava Gardner. En Tossa de Mar se grabó la película Pandora y el holandés errante. |
Tossa de Mar es un lugar muy turístico que recibe diariamente muchísimas visitas. Y podemos dar fe de esto porque casi terminamos desesperados al no encontrar aparcamiento… :S
La zona para acceder a la playa y a su famoso recinto amurallado, Vila Vella, es un hervidero de gente. En sus estrechas calles podemos encontrar muchísimos comercios con encanto y restaurantes de lo más variados. Cuando, al fin, divisas la playa no puedes dejar de elevar la vista hacia el recinto amurallado medieval (por algo es monumento histórico-artístico nacional desde 1931) seña de identidad de Tossa de Mar.
Este ejemplo de población medieval fortificada que hoy podemos disfrutar tiene su origen en el siglo XIII, aunque casi nada de lo que contemplamos es de esa época, ya que todo el conjunto actual es obra de reconstrucciones y mejoras posteriores (siglos XIV y XVIII).
El conjunto amurallado de Vila Vella de Tossa de Mar incluye cuatro torreones y tres torres cilíndricas. En lo alto del recinto se ubicaba el castillo (que fue sustituido por el faro). Su interior aún conserva ese encanto de callejones estrechos, suelos empedrados medievales y ventanas de estilo gótico que tanto nos gustan.
La subida al faro puedes hacerla en un trenecito (nosotros lo descubrimos tarde), aunque te diré que la «paliza» de la subida mereció la pena, pues a pie se disfrutan mucho más algunas cosas. Eso sí, al bordear la muralla tuvimos que tener mil ojos para vigilar a Toin ya que los caminos son muy estrechos (y de ida y vuelta a veces) y están en alto (aunque existen vallas vimos que los huecos son importantes).
Una vez arriba te diré que las vistas son IMPRESIONANTES y una de las cosas que más les gustan a los peques es ¡fotografiarse con los cañones!
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