Hay libros de los que no puedes evitar enamorarte. Porque sí. Porque el amor es así… Y es lo que me ha pasado con El perro Negro y con el que hoy te enseño: La Leyenda de Zum, de NubeOcho ediciones. ¿Razones? La leyenda, las ilustraciones, la niebla… Esa niebla que se lleva, cada cinco años, la primera flor de la primavera, una canción y al niño o niña más desobediente de Zum…
Podría decirte que La Leyenda de Zum es una versión más moderna (y poética) del «hombre del saco». Aunque, en este caso, no es nada humano lo que se presenta en Zum cuando comienza la primavera. Existe una niebla extraña que es la encargada de crear esa tensión, angustia y dolor en los habitantes del pueblo.
Zum es (¿existirá?) un bonito lugar, ubicado en un sitio privilegiado, fundado por Martina Terco, la quinta tataranieta del intrépido explorador Máximo Terco. Martina llegó a aquel remoto y virgen lugar tras atravesar con éxito una extraña niebla de la que nadie antes había logrado escapar…
Sin embargo, Martina Terco no venció a la niebla… La niebla regresa a Zum cada cinco años, al atardecer del primer día de primavera, para cobrarse, quizá, una deuda… La niebla de Zum, cuenta la leyenda, se lleva consigo la primera flor, la primera canción y al niño o niña más desobediente.
La niebla escucha tras las puertas, busca y busca a quien llevarse… Hasta que da con Sonia, la niña que esa tarde decide ser la más desobediente (¡nunca antes lo había sido!). Para el disgusto de sus padres, el alivio de los demás y la desesperación de su mejor amiga, Sonia camina hacia la niebla…
La leyenda de Zum no es un cuento solo para los peques, de hecho Gololo (6 años) se quedó perplejo con el final, porque necesita que las cosas se zanjen «bien»… Sin embargo, personalmente, me emociona que un final quede tan abierto a la imaginación.
Una misteriosa y romántica historia que nos habla del valor de la amistad por encima de todas las cosas…
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