Hoy te traigo uno de esos libros de los que uno se enamora irremediablemente. No hace falta ser niño para disfrutar de una historia breve, ¿verdad? Desde hacía mucho tiempo tenía unas enormes ganas de que El elefante encadenado cayese en mis manos para que tanto Gololo como Toin conociesen este precioso relato que invita a deshacerse de las cadenas que te impiden hacer cosas; un cuento que te alienta a borrar todos los «no puedo» que nos imponemos en la vida…
El elefante encadenado es una parábola tradicional que llega a nosotros en forma de precioso y tierno álbum ilustrado escrito por el argentino Jorge Bucay. «Cuando yo era niño me encantaba el mundo mágico de los circos. Me entusiasmaba poder ver de cerca a cada uno de estos animales que viajaban en caravana de ciudad en ciudad.»
Imaginamos los nervios de un pequeño niño que espera ansioso la llegada de ese circo a su ciudad. Imaginamos cómo de imponentes se muestran ante él los animales que allí «actúan»… Sobre todo el elefante. Ese grandioso elefante que es el protagonista del circo ambulante, ese animal que pesa toneladas, se pasa encadenado el resto del día.
Encadenado a una pequeña estaca clavada en el suelo.
El niño se pregunta cómo es posible que permanezca allí quieto, sin escapar, porque bien podría hacerlo ya que una minúscula estaca y una cadena no son suficiente resistencia para un animal de su envergadura.
«¿Qué sujetaba al elefante? ¿Por qué no escapaba?»
El niño le pregunta a todos los adultos de su entorno (porque los adultos lo sabemos todo, ¿o no?) pero nadie parece darle una respuesta convincente…
Algunos años después, el pequeño conoce a una persona que ha pasado muchos años en la India y será quien le resuelva, al fin, el misterio del elefante encadenado a la estaca.
El elefante, hoy grande y poderoso, fue atado desde muy, muy pequeñito a una estaca. Por aquel entonces el pobre animal era incapaz de romper la cadena. El elefantito tiraba y tiraba y no lograba escapar ¡aún no tenía suficiente fuerza!
Hasta que un día, el más triste de los días de su corta vida, el elefantito aceptó que no podía liberarse y se rindió a su destino.
Así, con esta idea de «no puedo liberarme», el pequeño elefante creció y creció sin volver a intentarlo jamás, sin volver a probar sus fuerzas, sin ser consciente de que sus capacidades ya no eran las mismas. Él había fracasado en su intento de escapar y no volvió a cuestionarse nada.
Todos, o casi todos, nos hemos visto en esta circunstancia. Quizá hayamos pensado que no podíamos hacer algo porque una vez lo intentamos y fracasamos, sin darnos cuenta de que el tiempo pasa, de que ahora tenemos más experiencia, más conocimientos, más herramientas… Que las personas que somos hoy no se parecen a las que, quizá, fuimos hace unos años.
¿Por qué no volver a intentarlo?
Una preciosa historia que merece ser contada a nuestros pequeños para que, en un futuro, se apliquen la reflexión final que el niño enamorado de los circos nos transmite. ¡Cuántas cosas no pueden hacer aún! ¡Cuánto han de aprender! Tienen que adquirir habilidades, destrezas, conocimientos… Es tiempo de que intenten las cosas y si no las logran debemos alentarles a que las intenten en un futuro. Que nunca se tatúen el fracaso en su mente. Y, ¡ay! si nosotros nos lo aplicásemos también ;).
Es una historia preciosa que nos invita a reflexionar, sobre todo a los mayores. Una bonita parábola para los peques, sin duda un básico en las bibliotecas. Un abrazo
El libro parece superinteresante, y lo mejor es lo que te hace pensar. Este cuento habría que leerlo de vez en cuando para que nos podamos liberar de muchas de las cadenas que nos anclan. Muchas gracias por mostrárnoslo.
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8 Comentarios
Cuéntamelo Bajito
23/04/2018 8:54 pmMe encantan este tipo de libros con una moraleja tan maravillosa.
No sabía que Jorge Bucay tenía literatura infantil!!!!
Nessa
27/04/2018 10:42 pmEs realmente precioso!
Laura López Lamiel
30/06/2017 9:28 am¡Qué historia más interesante! No la conocía. Además de ser muy emotiva deja un gran mensaje.
¡Saludos!
Nessa
03/07/2017 10:01 amEs una historia preciosa que nos invita a reflexionar, sobre todo a los mayores. Una bonita parábola para los peques, sin duda un básico en las bibliotecas. Un abrazo
Carolina
27/06/2017 7:37 pmEl libro parece superinteresante, y lo mejor es lo que te hace pensar. Este cuento habría que leerlo de vez en cuando para que nos podamos liberar de muchas de las cadenas que nos anclan. Muchas gracias por mostrárnoslo.
Nessa
28/06/2017 10:11 pmGracias a ti, me alegra que te haya gustado. La verdad es que es precioso, de esos que apetece tener haya o no niños pequeños en casa. Un abrazo
Carmen Cardeñosa
25/06/2017 8:11 pmUn precioso cuento que, como bien dices, te alienta a borrar todos los "no puedo" que nos imponemos en la vida…
Besos GyT.
Nessa
25/06/2017 11:42 pm¡Gracias por pasarte por aquí! Desde luego, precioso cuento. Un beso
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