Esas noches…

Noches con niños



Hay noches y noches. Las hay tranquilas, las hay con pequeñas interrupciones (cuando piden agua como si hubiesen estado de travesía por el desierto, ahí, a grito «pelao»; que si teeeeeeeengoooooooo pissssss) y las hay toledanas: grito-quejido-vómito-o-pis / cama-sábanas-p’al-arrastre / recolocación-churumbeles / nadie-duerme / ains-ya-amanece / mátame-camión.

Y luego están las otras noches. No las de bohemia y pasión que diría Navajita Plateá (¿qué fue de ellos?), no… Las noches raras en las que se mezcla 50% de fiesta 50% de sueño. Ni pa’ti ni pa’mí.

Esas noches.

Hay noches en las que se entrelazan los sueños con la realidad. Integras dentro del sueño sonidos que se están produciendo fuera y hasta que no te espabilas del todo no eres consciente. Dicen que si los espíritus, el más allá, el demonio, la factura de la luz o el bótox dan miedo… ¡Qué coño va! Lo que da miedo es abrir los ojos sin saber ni dónde estás, ni qué hora es porque estabas sobada perdida (en el quinto sueño, ese recurrente del spa) y ver en el marco de la puerta de tu habitación una sombra de metro veinte… En bolas.

Pufffff…

Buscas a tientas las gafas en la mesilla (sí, veo menos que un gato de escayola) y compruebas que no es una aparición sino tu hijo pequeño que se ha quedado clavado ahí, como si estuviese protegiéndose de un terremoto y supiese que el sitio correcto en el que ha de colocarse es en el quicio de las puertas. Mientras, detrás, pasando de su habitación al baño, y del baño a la habitación haciendo aspavientos con las manos y mascullando algo incomprensible (era ese sonido el que se había colado en tu sueño-spa) está su hermano mayor.

– ¿Pero qué pasa? – Preguntas con la exquisita pronunciación de Nati Abascal cuando quiere a todo el mundo (insisto, estás muy sobada).
– ¡Se ha meado! ¡Se ha meado… ¡En mi cama! – El mayor te cuenta el hecho dramático mientras va y viene, va y viene…
– ¿Ein? – No das para más. Tus neuronas tardarán un rato en estar disponibles. Seguimos en espera…


Noches sin dormir en la maternidad

Y es que, claro, llevamos una temporada en la que Toin se mete en la cama de Gololo porque tiene los típicos miedos infantiles y la probabilidad de echar una meada en cama ajena pues era alta, of course. Y tú, sentada en la cama, asimilando el panorama y sin saber por dónde empezar: ¿Cambio la sábana? ¿Ducho al niño? ¿Pido un niño nuevo? ¿Cojo muda y me largo de casa?

Y esa noche rara termina con una ducha express a las 4 de la madrugada, una lavadora llena de sábanas y protector de colchón (bendito protector), un niño exiliado al dormitorio de papá y mamá, otro niño en la cama correcta y una madre sobre la cama del delito.

Todos vuelven a dormir y tu, cuando quieres llegar de nuevo al quinto sueño, te encuentras con la puerta del spa cerrada. Shit!
Esas noches…

¡Cuéntame alguna noche de esas estupendas y memorables con tus peques!






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8 Comentarios

  • Carmen Cardeñosa
    07/03/2017 9:01 pm

    ¡Me ha encantado esta entrada NESSA! ¡Tienes un gran sentido del humor y nos haces disfrutar!
    Besos 🙂

    • Nessa
      07/03/2017 10:06 pm

      ¡Gracias Carmen! Qué ilusión me hacen tus palabras. Un beso!

  • María
    02/03/2017 2:39 pm

    Quién no ha tenido noches raras de esas!!! Tú dormida, feliz pensando que están durmiendo del tirón ¡por fin! Pero te despiertan los gritos y golpes de la mayor, con una pesadilla de las que hacen época, y el llanto del pequeño, que ha sido despertado por los gritos de la mayor. Cuando sucede, más a menudo de lo que quisiera…¡No sé a quién consolar primero! Jajajajajajajajajaja y me río por no llorar…menuda semanita Acabamos durmiendo los tres juntos en la cama de la mayor (3 añitos hoy!)… me duele todooooo!!!

    • Nessa
      03/03/2017 10:03 am

      ¡Ay! Si es que las noches con niños son muy "interesantes" jajajajajaja

  • Katy De orugas y mariposas
    02/03/2017 10:58 am

    Deja "esas" noches, el día siguiente que te espera, tras la "hermosa velada" y el "buen humor" que le queda a uno en el cuerpo, ayayayay! animo, que sólo quedan 12 horas por delante.

    • Nessa
      02/03/2017 11:05 am

      Es verdad, al día siguiente estás como cuando llegabas de fiesta a las tantas, jajajaja. Un beso!

  • Madre desesperada
    02/03/2017 7:35 am

    Ainsss sí. Esas noches…

    • Nessa
      02/03/2017 10:07 am

      Esas noches raras, jajajajajaja

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