En la zona más alta de Lorca, imponente y vigilándolo todo, te encuentras esta maravilla. La Fortaleza del Sol ha resistido el paso de los años para mostrarnos cuán importante era la ubicación de estas construcciones para controlar a los enemigos.
Fue construida entre los siglos IX y XV y por su longitud (620 metros largo por 120 de ancho) está considerada una de las fortalezas más grandes de España.
Con la conquista de Lorca por el infante Don Alfonso (futuro Alfonso X) en 1244 para la Corona de Castilla, la fortaleza se convertirá en un enclave estratégico de primera magnitud al constituir la avanzadilla de la Corona de Castilla frente a Granada. Durante más de 250 años, el Castillo de Lorca vigilará la frontera entre el reino cristiano de Murcia y el musulmán de Granada.
Podréis optar por la visita básica (los menores de 4 años no pagan) y ampliarla con dos visitas guiadas: una a la Torre Alfonsina y otra a La Sinagoga (barrio judío). Nosotros solo cogimos la visita básica, cuya duración se establece en algo más de una hora, pero con la que nosotros echamos toda la mañana… :). Nos quedan pendientes las otras dos visitas, pero lo consideramos demasiado cansado para los peques y no nos equivocamos, no hubieran podido disfrutarlo todo bien (ni ellos ni nosotros). Recomendarte, además, que vayas bien provisto de botellas de agua y gorritas para los peques. Aunque venden agua en un par de máquinas y en el restaurante, lo más seguro es que te la pidan en el momento más inoportuno… Ja,ja,ja,ja.
Toda la extensión está muy bien aprovechada con maquetas, material interactivo, fotografías y audio para enseñar a los más peques la vida en una fortaleza. Además, durante el recorrido, irán buscando una serie de elementos que se les indica en el material que les entregan a los más pequeños con la entrada. Los mayores iremos descubriendo este maravilloso lugar gracias a las audioguías.
Algunos rincones esconden sorpresas como esta, en el que aparece apostado y preparado para el ataque, un soldado medieval en una saetera. En este mismo punto podremos observar el brutal desplazamiento que una de las paredes del castillo sufrió durante el triste terremoto de mayo de 2011 que se cobró varias vidas (entre ellas dos mujeres embarazadas) y numeroso heridos.
Pero las maravillas de este espacio histórico y lúdico no terminan aquí. Los más pequeños se emocionarán al ver lo que les espera a mitad de camino ¡un parque de juegos medieval! Todo un acierto para darnos un respiro y tomar algo bajo la sombra de un olivo.
Proseguimos el camino para continuar descubriendo plantas, frutos, flores… Rincones preciosos y curiosos, recreaciones de lugares de descanso y avituallamiento de soldados, de pequeños huertos donde crecían las plantas curativas más usadas por los alquimistas…
Descubrimos «el rincón del arqueólogo«, que los peques seguro que identificarán con Tadeo Jones ;). Un espacio donde se explica el trabajo de estos profesionales y los pasos que dan desde el estudio de la zona hasta la restauración de los objetos encontrados.
Uno de los lugares que más gustó a Gololo por la recreación de una escena de la época con audio (parecía de verdad que llegaban caballos) fue el horno, donde se hacía el pan para los soldados que habitaban la fortaleza.
También, dentro de uno de los aljibes (del más grande), se mostraba la diferencia entre las culturas musulmana y cristiana.
Como veis, un espacio didáctico muy completo para introducir a los niños en la historia medieval y en conceptos y términos referentes a la época. Disfrutaron muchísimo y también se cansaron muchísimo, así que comimos allí mismo… Y es que no todos los días se puede comer dentro de unas caballerizas medievales ;).
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